― ¿No me dirás nada? ― él la miraba con deseo y expectativa ― tienes permiso de hablar no te preocupes ― ― Yo estoy aquí para lo que usted desee mi señor ― estás palabas las aprendió muy bien durante su tiempo en el recinto de la arpía, no había ningún sentimiento de su parte, no se le permitía una opinión ni una queja, ella solo debía obedecerKarim estaba cumpliendo una fantasía pensando que ella era Miel, se acerco y la acaricio, su piel suave le quemaba en los dedos, no soportaría mucho más sin tenerla. Le quito el vestido que usaba y la llevo a la cama. Ella podía sentir como él recorría su cuerpo, las manos de Karim pasando por todas partes, su boca mientras lamia su cuello y sus senos. Cada acción de él, para ella era una tortura más, pero no podía negarse. Karim la arrojo a la cama, y la mir&oa

Más tarde entró a la habitación una de las mucamas llevando la comida para ella, dejó la bandeja sobre la cama y se fue, Serena miró la comida, pero su apetito se había ido desde hacia tiempo. Ella pensaba y pensaba en como había llegado a ese punto, recordaba el tiempo que vivió junto a Héctor y en como la cuidaba él. También recordó a Perla que fue su amiga mientras se sentía sola. En este punto Serena solía llorar todo el tiempo por los recuerdos de los momentos que tuvo en compañía de las personas que la amaban. Su vida antes de ellos era más sencilla, no tenía conocimiento de algo diferente y el sufrimiento no era tan fuerte.Antes solo se preocupaba por Oliver y por protegerse mutuamente, no aspiraban a nada diferente en sus vidas, pues no conocían nada más. Ahora que ella sabía que la vida podía ser mejor, añor

Serena no sabía quién era ella, o el motivo de su comportamiento hostil hacia ella ― ¿Quién eres? ― le preguntó ― Soy la favorita del Rey Karim, él siempre vuelve a mi después de usar a las zorras como tú ―― ¿Hay más? ― preguntó Serena― Claro que hay más, ¿crees que eres especial para él?, lamento decirte que en cuanto se arte de tu cuerpo te dejará a un lado y terminarás lavando pisos en la cocina ―En ese momento la puerta de la habitación se abrió y entró Marcus ― ¿Qué haces aquí Bianca? ― su voz fría y la expresión en su rostro puso a la mujer muy nerviosa― Señor Marcus, yo solo… ― ― Largo ― la interrumpió ― No vuelvas a molestarla o me encargaré de que seas tú quien limpie los pisos de la cocina ― La mujer salió corriendo de la habitaci&

Ella sentía mucha felicidad al saber que tenía opciones además de la obediencia absoluta, ya no tenía un amo y eso la hizo sumamente feliz al punto de que se lanzo a los brazos de Karim y lo abrazo lo más fuerte que podía.Para Karim esto también era maravilloso, no sabía que podía ser feliz solo con ver a otra persona serlo, el momento parecía sublime para ambos, por un momento el sentimiento entre ellos fue más profundo sus miradas se cruzaron y por un segundo se sintieron conectados. Karim deseaba sentir los labios de esa chica que sostenía en sus brazos, en ese momento el deseo lo inundaba y quería besarla, sentirla y poseerla, pero decidió alejarse para evitar lastimarla de nuevo, sin saber que ella sentía exactamente lo mismo que él― Espero no interrumpir nada ― dijo Marcus que había estado observándolos hacia unos minutos, feliz de ver q

Las flechas seguían llegando hacia ella. Una logró impactarla en el hombro derecho, pero apenas le hizo daño pues en esa transformación su piel era completamente de hielo, al ver que estaba lo suficientemente cerca de los arqueros, levantó la nieve del suelo y la convirtió en pequeñas esquirlas, creando un remolino con ellas. El aire se volvió rosa por la sangre que brotaba. Todo dentro del radio del remolino era cortado en miles de partes. Solo quedaban algunos soldados que trataban de huir del lugar, cada uno fue cayendo atravesado por una estaca de hielo, al final quedó solo uno con vida. Ella se acercó al soldado ― Ve a contar lo que sucedió aquí, y advierte a todos que cualquiera que decida atacar al Rey Karim tendrá la misma suerte ― dijo mientras sostenía un cadáver cercenadoCuando todo se calmó, no quedaba nada en el campo de batalla, solo algunas manch