70.
El Rey fue sincero. Sabía que se avecinaban tiempos difíciles, y aunque la guerra era una posibilidad real, haría lo necesario por sobrevivir a ella.
Oliver permaneció en silencio unos segundos. A pesar del dolor que le causaba no ser amado por Mariel como hombre, aún la consideraba la persona más importante en su vida. Tenerla cerca era una oportunidad, aunque incierta.
—Yo me encargaré de protegerla —afirmó con decisión.
—Sé que así será —asintió el Rey.
Mientras tanto, Mariel recordaba la conversación que acababa de tener con su padre...
—Por favor, padre… permite que mi hijo nazca. Es lo único que tengo como fruto del amor.
—¿De verdad consideras que hubo amor entre tú y Karim?
—Sí. Yo lo amé con el alma. Aunque ahora me rechace, siempre sentiré algo por él.
—Tu hijo será un heredero legítimo de ambos reinos. Esa es la razón por la cual tu hermano ve tantos peligros.
—No me interesa que mi hijo sea rey. Nunca le diré la verdad sobre su legado, si eso me permite tenerlo a mi lado.
—