70. El verdadero traidor
—¿Eso es cierto? —preguntó Karim, incrédulo.
—No lo sé. Es lo que dicen las leyendas.
Los tres regresaron al castillo, solo para encontrar que los soldados lo habían tomado y estaban a la espera de su nuevo rey. Fue entonces cuando Karim comprendió que la conspiración iba más allá del consejo. Sus propios hombres ya no lo reconocían.
Al ver a Karim con vida y acompañado por sus aliados, los soldados decidieron atacar.
—Encárgate de ellos. No quiero a ninguno con vida —ordenó Karim a Mariel.
Ella dudó por un instante. No estaba de acuerdo con esa decisión, pero sabía que ellos lucharían hasta el final y no le darían otra opción.
Avanzó, colocándose frente a Karim y Marcus. Tomó una respiración profunda, y de sus manos brotaron llamas negras, similares a las del Coloso. Las moldeó hasta formar dos espadas de fuego.
Los soldados sabían que su destino estaba sellado. Traicionar al rey no tenía perdón… y solo les quedaba morir luchando.
La batalla fue brutal. La sangre brotaba de los cuerpo