Karim dio un paso hacia ella, con el corazón en la mano.—Permíteme acompañarte. No podría soportar perderte de nuevo...Mariel lo miró sin expresión.—Tú no tienes nada que hacer a mi lado. Nuestro hijo ya no existe, tal como querías. No seré un problema para ti ni para tu reino, siempre y cuando te mantengas lejos. Si vuelves a manipularme o a encerrarme, también te destruiré.Se giró y siguió caminando, aunque se detuvo un momento para mirar a Oliver, esperando que él también dijera algo.—Yo… —murmuró él, abatido. Sabía que muchas de las cosas que ocurrieron fueron consecuencia de sus actos, pero no encontraba las palabras para explicarse.—Oliver, quédate con tu familia. Esa mujer ya te hizo suficiente daño.Oliver sintió alivio al ver que ella no lo despreciaba. Sin embargo, al cruzar la mirada con André, entendió que debía decir la verdad.—Mariel… la reina no...—No quiero escucharlo —lo cortó ella, con lágrimas deslizándose por su rostro—. No importa lo que pasó. La decisión d
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