68. Una mentira devastadora
—La verdad es que no sé mucho sobre cómo me separaron de mi familia biologica, pero yo tuve unos padres y hermanos. Desde que tengo memoria, viví con ellos en el campo. Mi madre y mi padre eran humildes, y tenía dos hermanos: Nina y Oliver. Esos fueron los días más felices de mi vida. Pero un día nos llevaron a los tres a un campamento en medio del océano. Allí nos entrenaron para ser asesinos. Cada día era entrenamiento de combate, uso de armas, magia... todo lo que pudiéramos utilizar para cumplir con las misiones que nos imponían. Pasé años tratando de no morir, y matando a otros. Un día, Oliver y yo decidimos escapar. Estuvimos días huyendo, ocultándonos. Pero finalmente nos capturaron. Fue entonces cuando la líder de la organización me hizo esto —dijo, mostrando las cicatrices en su espalda y abdomen—. Me golpeó tan fuerte que pensé que moriría. Me encerró durante días sin comida, apenas un poco de agua. Perdí la noción del tiempo. Cuando al fin abrieron la puerta, me limpiaron y