Kate y George se despedían con miles de abrazos y besos para todos, Marla cerraba su cosmetiquera revisando que nada faltara. Los días habían pasado a velocidad.
-Todo está en orden…cariño deseo que tu viaje sea placentero, y lo importante…felicidad-.
Horacio y Aida despedían a sus padres respectivamente, quedando en verse nuevamente en unos meses, Kate, había dado un giro a su look, corte nuevo, color.
-Te ves hermosa mamá- Keila abrazaba a su madre.
-Tu padre esta de seductor-.
-Eso es perfecto, tendrán mucho tiempo en el crucero para jugar a perseguirse por todos los rincones-.
-Es un divertido juego-.
-Hijo cuídate… te llamaremos desde el crucero, aunque tan pronto estemos en casa te avisaremos que llegamos bien-.
-Eso me deja más tranquilo, igual llama por el camino…mamá te extrañaré mucho, me harás una enorme falta-.
-Cariño…. En pocos días ya ni te acordaras de nada, estarás rumbo a tus codiciadas vacaciones, y ni echarás de menos a esta vieja gruñona-.
-Ni digas eso en broma m