Alexander sintió un intenso escalofrío recorrerle la piel cuando escuchó esas últimas palabras. Se sintió abrumado con la confesión de Tara, sintió esa opresión en su pecho, retrocedió un paso y se llevó la mano a su cuello para masajearlo. Las lágrimas de Tara caían por sus mejillas rojizas. ¿Cómo corresponder? Acaso… ¿Podría corresponder? No tenías ni el mes de casados y todo estaba tornándose abrumador. Su objetivo principal eran aquellas tierras, su matrimonio pasó a segundo plano, pero ahora, con Tara en su vida y esa confesión de hace unos momentos, le estaban moviendo el piso, casi perdiendo el equilibrio dentro de sus reglas, él tenía que seguir hasta el final con esas reglas, se h