Parte 3

La Tribu Drakece

El grupo de alumnos, iban montados en una extraña carreta de madera, recorrían un árido desierto. Cuando la carreta se detuvo el profesor Laston, fue el primero en bajar y después cada uno de sus alumnos, Arthur ayudo a cada chica a bajar del alto vehículo.

Al reunirse con su profesor los chicos se dieron cuenta que una bella y elegante chica estaba con él además de tres extrañas personas. El hombre les ordeno que se acercaran y reunieran y explicó:

—Bien chicos, desde este lugar seguiremos a pie—Los miró a todos y continuó— estos tres lugareños nos guiarán—y por último viendo con una pícara sonrisa a la chica a su lado—La srta Buboar, los ayudará con cualquier traducción al lenguaje que no entiendan ¿De acuerdo?

—Si, profesor—Contestaron los jóvenes

—Muy bien, podemos irnos.

Empezaron su travesía, y Caroline se acercó a Monique quien se separó de su prometido y ambas se saludaron emocionadas e iban hablando por todo el camino. Los guías luego de una larga caminatas se detuvieron y voltearon a ver a sus visitantes. La mujer que acompañaba a los dos hombres de su tribu, era alta, de cabello blanco y llevaba puesto un largo vestido, parecido a una batola de color beich. su rostro moreno y cubierto de arrugas, era sereno, sus pequeños ojos negros se fijaron en cada rostro juvenil frente a ella y expresó en un claro español:

—Les doy la bienvenida chicos y chicas, a nuestra gran comunidad que conforma la tribu Drakece.

Señalo un grupo de choza detrás de ella que ninguno de los chicos habia notado. Caroline estaba admirada y sus dos amigos, sonrieron con la reacción de la chica. la anciana volvió a hablar tapando nuevamente la vista de la tribu:

—Yo soy la gran Jefa Danna— Sonrió y mirando a los dos hombres a su lado continuó —y ellos son mi hijo Denniel, y el menor de mis nietos Drantor.

Denniel era un hombre joven, y su cabello negro estaba largo, sus ojos eran café y su expresión seria; su hijo, Drantor, se veía muy joven tenía su castaño rostro liso y su cabello platinado combinaban con sus misteriosos ojos grises. 

Continuaron el trayecto y a medida que avanzaban los miembros de la tribus los veían con curiosidad y algunos con extrañeza. La jefa Danna, les enseñó dos chozas, en la mas grande estarían los Universitarios y en la segunda, el profesor Laston, Monique y Arthur.

Los chicos entraron y un gran &Ohhh& resonó en el interior de lo que se veia pequeño para 10 personas, ya que dentro tenía camas hechas con palos de maderas y un biombo alto, dividía la estancia, enseguida chicas y chicos se separaron de cada lado eligiendo sus camas.

El profesor los llamó, y juntos en grupo recorrieron la Tribu durante la tarde, teniendo como tarea anotar las actividades de los nativos. Caroline, llegó a un pequeño riachuelo , donde un grupo de chicos estaba preparados con sus lanzas, y de pronto, queriendo acercarse mas salto a una roca y resbaló, sin embargo no tocó el agua pues uno de los chicos la habia tomado en sus brazos, la chica, que había cerrado los ojos del susto los abrió y se encontró con unos brillantes ojos caramelo que la observaban con expresión seria, cuyo dueño luego de ayudarla a ponerse de pie expresó con algo de desprecio en el tono dé su voz:

—La gente citadina no sirve para andar en estas zonas, lo único que causan es problemas.

—Que grosero, yo solo estoy cumpliendo con mi tarea.

—¡Tú solo eres una forastera invasora!—Reclamó el chico—deberian regresar por donde vinieron y...

—¡Draco!,— lo interrumpió una voz mas ligera— Basta hermano—termino de m****r Drantor.

Los dos hermanos se miraron desafiantes y el que llevaba por nombre Draco se dió la vuelta y se marchó. Caroline lo miró molesta, Drantor le dijo con una voz suave y algo seductora:

—Mi hermano no es mala persona, solo no le agradan los extraños.

—Encerio imposible no darse cuenta—contestó Sarcástica Caroline, volteando a ver al chico.

—Ya la noche anuncia su llegada, volvamos a la aldea, ¿señorita? 

—Caroline, mi nombre es Caroline.

—Vaya, así que Carolina,

—Si, en su idioma ese sería.

—Muy bien vayamos a la tribu, te encantaran las historia.

Volvieron a la aldea y una vez aseados y cambiados de ropa, el grupo se sentó junto al fuego, Drantor se sentó junto a Caroline y Arthur a unos metros de ellos los vio hablar muy felices, esto le molestó un poco.

Escucharon la historia del nacimiento de los Drakece a la que Caroline presto mucha atención maravillada, con las mímicas que hacia la joven que la contaba.

Cuando la luna desapareció tras las nubes, todos se retiraron a dormir. Caroline conversó mucho con Drantor y le pareció un chico muy interesante.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo