En este Libro podrás entrar a dos mundos mágicos y a uno de realidad con magia alrededor y mucho amor Cuento 1: El Misterio de los Dragones Cuento 2: El Mundo Secreto de los Dragones Cuento 3: La Flor de la Peste
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Un extraño joven de ojos ambarinos se encuentra oculto tras los árboles de un parque. Observa como alrededor los niños jugan y corren, mientras sus madres hablan entre ellas y otras pasean a sus bebes. Aunque le prohibían estar en aquel lugar, no lo podía evitar, le gustaba todo ese movimiento. Siguió mirando a toda aquella gente, prestando mas atención; y muy cerca de él, notó a una bella chica de ojos grises y cabello castaño, que se encontraba sentada a los pies de un árbol, concentrada en su lectura.El joven sintió una fuerte tentación de acercarse a ella, pero estaba prohibido, y su lado rebelde pensaba — «¿Por qué estaba prohibido?» Al pensar un poco recordó las leyes de su tribu que debía seguir estrictamente; normas que habían impuesto algunos miembros de la comunidad, a los que las personas consideraban sabios y, aunque el chico era uno de esas personas, había cosas en las que no estaba desacuerdo. Así que, por un minuto no le importó la prohibición. Sin embargo al erguirse, su pierna tropezó con alguien parado detrás de él. Era otro chico mayor, quien lo miraba con una de sus cejas claras levantada, sus ojos azules entornados y los brazos cruzados. El muchacho volteó lentamente, con los hombros encogido, lo observó y bajó su mirada hacia el suelo para que el otro no notara su expresión culpable.— ¿Qué crees que haces Drake?—le preguntó el recién llegado en un susurro.— Yo, nada—respondió con tono inocente Drake—, Sólo estoy Observando— Sabes que lo tenemos prohibido—añadió el muchacho-hablar con alguno de estos seres e incluso venir aquí—continuó—, no podemos confiarnos.— Lo se, lo se, pero ¿porque lo prohibieron?—preguntó Drake rascándose la cabeza.—Aquí no hay nadie de fiar hermano—repitió impaciente el chico—además hay fuertes sospechas de que estas personas han sido los causantes de las muertes de los miembros de nuestra comunidad— terminó el chico mayor.—Pero, Dragus, hermano ¿cómo puedes estar seguro de eso?—preguntó fastidiado Drake— ¿has tenido o entablado amistad con ellos? —continuó y señaló en un círculo a los visitantes del parque.—No, pero eso dice el sabio Drick y bueno…—Dragus hizo una pausa—Es por eso que es un sabio ¿No? —Dragus miró a su hermano menor y le dio unas palmadas en la espalda para animarlo—. Descuida hermano, no le diré a nadie que estuviste aquí, pero ya debemos irnos. Drake dio un paso al frente, pero antes de irse, miró hacia atrás para ver a la chica de cabello castaño que tanto le había llamado la atención. Esta aún seguía leyendo su libro. El joven sonrió y, su hermano y él se perdieron entre los árboles sin que ninguna de las personas en el parque se percatara de su presencia.*** Cecilia había terminado de leer el capítulo nueve de su novela y se levantó estirando sus brazos, sujetó bien su libro y siguió el camino que daba hacia la salida del parque; antes de llegar al portón, una voz conocida la llamó.— ¡Espera Cecilia! La joven volteó y vio a su amiga del colegio, Daniela, corría hacia ella y traía puesta ropa deportiva. cuando la chica llegó, Cecilia la saludó con un hola y un beso en la mejilla.— ¿Haciendo ejercicio? —le dijo Cecilia a su amiga.— Si un poco, me ayuda a relajarme y ¿tu?—respondió e interrogó la chica— Bueno — Cecilia bajo la cabeza miró su libro sostenido por su mano derecha y levantándolo respondió—. Tengo otra forma de relajarme- y bajó la mano.— Siempre con un libro—sonrió Daniela, volteo su cabeza a un lado miró la portada y leyó en voz alta—. «El Verdadero Misterio de los Dragones» —sonrió ampliamente y moviendo la cabeza de un lado a otro dijo— ¡ay! Ceci siempre investigando sobre esos seres mitológicos.— ¡No lo puedo evitar Dani me encantan, son tan interesantes!—contestó Cecilia en tono soñador.— De tanto que has leído sobre ellos solo falta que conozcas a uno —bromeó Daniela riendo.— Son seres mitológicos amiga— refutó Cecilia— aunque...admito que estaría genial conocer uno.— Si, no lo dudo y, ya te ibas ¿no?, ¿Quieres que te lleve?—preguntó Daniela.— Si, claro —respondió Cecilia. Las dos chicas salieron del parque y subieron al auto de los padres de Daniela. Las jóvenes eran amigas desde pequeñas y sus casas quedaban a solo unas cuadras de distancia. Se habían conocido en la escuela y ya con 16 años eran casi hermanas. Aunque pronto se graduarían, y cada una tomaría caminos distintos.***
En otro lugar muy lejos de allí un aburrido Drake, lanzaba contra las paredes de su cueva una pelota de hilo que había tomado del parque, su hermano Dragus había salido a reunirse con el consejo de su tribu. donde sólo los hombres de la comunidad mayores de 18 años podía estar, y como el aún tenía 16 años no podía participar. Drake era un muchacho alto erguido, con nariz perfilada y ojos con forma almendrada de color ámbar, su tez era morena y su cabello rubio cenizo. Mientras este lanzaba la pelota, pensabaa en el parque que había visitado; en los niños jugando y divirtiéndose, en la gente tirada en la grama y en esa chica que leía.— «Era hermosa»— pensó en voz alta.
— ¿Quién era hermosa, hermano?— preguntó Dragus que había llegado justo cuando el chico expresaba su pensamiento.— Una chica que vi hoy en el parque —contestó el joven un poco sonrojado pero tratando de actuar normal—ella estaba leyendo un libro, pero como me interrumpiste no pude ver de qué se trataba — explicó Drake aunque un poco a manera de reclamo, luego, se levantó del suelo de piedra caliza, miró a su hermano en cuyo rostro se veía su agotamiento y preguntó— ¿Y a ti como te fue?—Bien—contestó con un suspiro Dragus—parecer que encontraron muerto a uno de los nuestros junto al lago, otra vez—Dragus bajo la cabeza y la movió negando—tenía varias heridas redondas, el sabio curandero sacó de su cuerpo cuatro cilindros largos y puntiagudos y afirmo que: 《parece que hay alguien que nos está cazando—pero aún desconoce la razón.— Pues, deberían investigar o enviar a alguien a hacerlo— propuso Drake.— No, es Peligroso, Drake —refutó Dragus— además no sabemos quien o quienes hacen tales actos, por eso se tomaron ciertas medidas…— el muchacho hizo una pausa, miró a su hermano y continuó—y no quieren que salgamos de nuestros dominios, por seguridad.— ¿¡Que!?, y no piensan hacer nada— gruño Drake alzando la voz, que retumbó como un rugido en la cueva.— ¡NO PODEMOS HACERLO, SE CORRERIA UN GRAVE RIESGO HERMANO ENTIENDELO, NO PODEMOS — Grito Dragus y otro rugido resonó.— PUES NO VOY A PASAR MI VIDA ENCERRADO CON MIEDO—Grito Drake— si, el consejo no va a hacer nada, yo puedo ir y averiguar — dijo el chico calmando su cólera.—Sabes muy bien hermano, que esa, no es decisión mía— repuso Dragus también calmando su ira— Sin embargo puedo conseguirte una audiencia con el consejo y ver que dicen ellos...—continuó— recuerda que el consejo es quien tiene la última palabra de nuestras acciones. — Sí, lo se—admitió impaciente Drake—y eso me gustaría, ya que las normas no me permiten solicitarlo yo mismo—Aceptó Drake. el joven se volvió a acostar sobre una cama tallada en piedra, que tenía encima un colchón y dándole la espalda a su hermano dijo — seguramente me darán la razón.Dragus lo observó ceñudo, negó con la cabeza. Fue hasta la entrada de la cueva y mirando la profunda oscuridad, pensó que la terquedad de su hermano era infinita. No obstante, el joven Drake, tenía razón y Dragus lo sabia. No queria aceptar que con tan solo 16 años su hermano menor fuera mas maduro que él.
El pequeño Drake de quien; tras la muerte de sus padres, o más bien el asesinato, se había hecho responsable de cuidar y proteger. Había crecido mucho y tenía una mente muy abierta y mucho valor. A diferencia de él que con 21 años, no podía concebir la posibilidad de que el consejo de la tribu, aceptará que alguien investigará los asesinatos. Esto le aterraba y aún más si el designado para la misión era su único hermano. Mientras pensaba en eso y en como abordaría ese tema ante el consejo del día siguiente; La luna llena hizo su aparición, tras las nubes y dibujo con su luz tenuemente la silueta del joven resaltando sus musculosos brazos, destacando su cabello Dorado e iluminando sus ojos azules como el cielo y con forma de almendra, su rostro tenía un color bronceado más claro que el de su hermano y brillaba con el radiante satélite.
Luego se fue a dormir aunque con un poco de miedo recorriendo por sus venas. No obstante se dijo a sí mismo mentalmente que debía descansar para poder exponer al día siguiente las locuras de su hermano
La Enfermedad, La Cura y Nuestro Amor Aquella tarde, Armina me castigo gracias a él chismoso de Chirstopher Densan, y créanme que lo odie aún más. Me prohibieron hasta andar por el jardín, y tras esto la rebeldía que se me había aplacado durante la estadía de los Segels había vuelto, y no le hablaba a tía Armina, ya que no me había dejado defenderme. No salía de la biblioteca, más que a comer y allí a veces estaba sola y a veces me acompañaba el tío Vicent a quien una tarde, picada por la curiosidad le pregunté:—Tío, ¿A dónde va cuando, sale?—Al pueblo— contestó y mirándome dijo—Habías demorado en preguntar pequeña rebelde.—Jajaja, pero ¿Qué haces?—reí y continúe mi interrogatorio.—Bueno soy el que da las malas noticias, como la que recibiste, por ejemplo, lo siento querida—respondió con tristeza.—No te preocupes tío, parece que los Segels y los Petersen, marcados por las tragedias. Vicent, solo
Doble Tristeza y una Separación.Ni Ian, ni yo logramos dormir, ambos estábamos en la biblioteca, pensativos y entonces el pelirrojo expresó:—Es nuestra culpa o más bien mi culpa. Si no te hubiese dicho que fuéramos al valle.—No, Ian no te martirices por eso, creo que no tenemos culpa no sabíamos que aquella flor pudiera provocar tal muer…enfermedad.—¿Es cierto lo que acabo de oír? —interrogó una voz que provenía de la puerta de la estancia donde estábamos, y volvió a preguntar—¿Estuvieron en el valle prohibido?—Chistopher, primo, solo fuimos a ver e irnos, pero Jake nos descubrió y...—Y es su culpa que Jake haya muerto, Ian, tú sabías perfectamente que ese valle está prohibida, seguro esa jóven te insistió y lo hiciste sin tomar en cuenta las consecuencias— reprochó el primo de Ian, y me miró con cara de asco.—No, Densan, ella no fue la que me insistió yo lo hice.—No la defiendas, Segels, mañana te irás a la casa del abue
Entre Bubones y llagas. Ian y yo no hablamos durante la tarde luego de cambiarnos la ropa. Yo me encontraba en mi cuarto, cuando de pronto, un grito seguido de un sollozó me hizo levantarme de un salto, con el corazón temblando, luego escuché que Nancy llamaba—Jake, Jake, contéstame por favor. Y la mucama comenzaba a llorar, salí con cautela de mi cuarto y no fuí la única Ian y mi tía Armina también habían salido, Nancy salió llorando de la habitación de Jake y vi que a Ian le invadía el temor y este entro deprisa a la habitación de su hermano, lo seguí, y lo encontré a pocos pasos de la puerta inmóvil, en estado de shock. Me acerque más a él y al asomarme, sentí como mis ojos se ensanchan y se aguaban, al ver a Jake, su cuerpo pálido e inm&oa
Esporas en el Valle. Comparada con la noche anterior, fue una noche placentera, aún pensaba en mis padres y me dolía, creo que no entiendo porque debe existir ese tipo de dolor. Bueno, al cerrar mis ojos los ví sonriéndome y luego soñé con el valle o por lo menos creo que estaba en uno, detrás de mí se encontraban Ian y Jake, en el aire había diminutos círculos que flotaban, parecían pequeños algodones rosas, yo los ví maravillada y cuando iba a tocar uno Ian que ahora estaba más cerca me dijo que debíamos irnos, era peligroso que no las tocará, pregunté porque si aquel espectáculo era hermoso, y el solo me dijo &es la flor&, corrimos a los Lindes del bosques y de pronto sentí que caía en un profundo agujero sin fondo hasta que ¡PUM!, Desperté en el piso de mi cuarto y estaba enredad
La Leyenda de una peligrosa y extraña flor. Mire el sobre con tristeza y repulsión, pero sin aún abrirlo. Me tumbe en la cama y seguí mirando el dorso y repitiendo mentalmente las palabras escritas &Srita. Jade Petersen&, &Srita. Jade Petersen&, &Srita. Jade Petersen&. Cerré mis ojos unos momentos, debatiendome en abrir o no el sobre y cuando los abro con manos temblorosas comienzo lentamente a rasgar la parte superior, pero el &Toc, Toc& de la puesta me distrae en el proceso. Miro desde la cama a la puesta, está vuelve a sonar y levantándome para sentarme, digo con voz Áspera &adelante&. La puerta que miro atenta y sería se abre y una pelirroja cabeza aparece tras está, Jake, me mira con sus ojos caramelo, algo tristes y entra un poco a la habitación y detrás de este su hermano, Ian, hace una mueca que buscaba ser una s
Los Visitantes "En un profundo bosque, y en medio de un valle, podrás encontrar una flor, no diré que es bella ni de delicioso aroma, porqué aunque no es fea no se compara con otras, ni tiene ningún aroma. Eso si es Rara, muy rara. su forma es la de un capullo, y pareciera hecho de hilos delgados color rosa, su tallo es de un color verde esmeralda y aunque no se ven a simple vista tiene espinas, diminutas. el capullo flota sobre el tallo y quiénes han visto eso, no han podido determinar porque sucede. Las personas que viven en los pueblos aledaños y cercanos a los Lindes del bosque, no se acercan a aquel deshabitado valle y advierten a sus hijos, de lo peligrosos que puede ser el tocar aquella flor tan extraña"—Otra absurda leyenda— Digo en voz alta—¿es normal que una chica citadina, no crea en leyendas de pueblos?, supongo que sí, y mas cuando es uno tan
Último capítulo