LA ESPOSA RENACIDA: Ámame de Nuevo, Eva
—Nunca me quisiste —dijo Eva con voz temblosa, sin embargo, su mirada permaneció firme al enfrentar a Maximiliano—. El amor por Sara te cegó tanto que no pudiste ver la verdad.
Maximiliano apretó los puños, con la mandíbula tensa. —¿Crees que no me arrepiento? Lo hago cada momento, Eva. Cada momento que pasé haciéndote daño...
—¿Haciéndome daño? —lo interrumpió ella, con los ojos llenos de ira—. Me destruiste, Max. Dejaste que mi hermana y mi madrastra me destrozaran, y cuando más te necesitaba, me diste la espalda, me hiciste vivir un infierno.
Maximiliano sintió que se le oprimía el pecho. —Me equivoqué. Ahora lo sé, pero...
—Es demasiado tarde —espetó ella—. Ya no soy la misma chica indefensa que dejaste. He vuelto a reclamar lo que me pertenece.
La voz de Max se tornó suave, casi en súplica. —¿Y si yo también te pertenezco?
Eva curvó sus labios en una sonrisa amarga. —Quizás. O tal vez te destruya como tú lo hiciste conmigo.
***
Atrapada en un matrimonio sin amor con el fin de rescatar la empresa familiar, Eva sufrió la crueldad de Maximiliano, quien la acusó de manipular a su abuelo para convertirse en su esposa. Al estar obsesionado con la hermana de Eva, Maximiliano convirtió su vida en un tormento.
Tras ser acusada injustamente de una tragedia y condenada a prisión, Eva encontró salvación en manos de un personaje poderoso e influyente cuya existencia desconocía.
Seis años después, Eva emerge transformada; del cascarón de aquella mujer quebrantada surge ahora una fuerza implacable. Ha regresado con un solo propósito: cobrar venganza contra quienes convirtieron su vida en un infierno.
Maximiliano, ahora consumido por el arrepentimiento, se niega a perderla nuevamente.
¿Cederá Eva ante el renacer del amor o la venganza será el único bálsamo para su corazón herido?