Hazel
—No, definitivamente no —lancé el quinto babydoll sobre la cama, ninguno me parecía lo suficiente bueno para mostrar lo que de verdad quería. Eran muy "recatados" y tampoco quería que me recordara lo que quería desechar de mi memoria.
Con fastidio tomé el móvil entrando a una tienda en línea para buscar un conjunto que fuera mejor de lo que tenía en mi armario, quería verme sexi y apetecible para él. Mordí mi labio inferior al encontrar uno en color rojo con moñitos como pezoneras. Era justo lo que quería, lo pedí y mientras tanto me di una ducha para preparar mi piel para que estuviese suave y reluciente. Después de eso peiné mi cabello en una coleta y maquillé mi rostro pintando mis labios de rojo intenso, definiéndolos para resaltarlos más su grosor.
Mientras los pintaba cerré mis ojos por unos segundos recordando lo que había tenido entre ellos hace unas horas, presioné mis piernas sintiendo mi humedad, quería probarlo de nuevo, prenderme de él hasta saciarme por completo.