Narrado por Karina
Mi mano temblaba sobre la hoja, la tinta corría como si también llorara conmigo. Había intentado negarlo, había querido arrancar esa parte de mi pasado, esconderla bajo la alfombra del silencio. Pero Dante… Dante merecía la verdad, aunque esa verdad lo destruyera.
"Sí. Fue Teo."
Escribí las palabras con la caligrafía rota, insegura, como si cada letra me arrancara un pedazo del alma. El cuaderno vibraba entre mis manos mientras se lo tendía, incapaz de sostener su mirada.
Sentí cómo se lo arrebató con brusquedad. El crujido de las hojas resonó como un látigo en la habitación. Yo me cubrí la boca con las manos, esperando la explosión.
Y llegó.
—¡Lo sabía! —su voz estalló con la furia de un trueno. El cuaderno salió volando y golpeó la pared antes de caer al suelo, abierto, con mi confesión expuesta—. ¡Maldita sea, Karina!
Me encojí sobre mí misma, con el corazón martilleando tan fuerte que apenas podía respirar.
Él caminaba de un lado a otro, como un león enjaulado,