El fin de semana trajo un aire distinto. La familia Gallardo había organizado una cena especial en su residencia para celebrar el compromiso de Isabella y Sebastián. La mansión se encontraba iluminada con candelabros y luces cálidas que resaltaban la elegancia clásica de los espacios, mientras el aroma de la comida recién preparada flotaba en cada salón.
Isabella, acompañada por Sebastián y sus padres y su hermano Elías, llegó con una mezcla de emoción y nervios. Cada paso que daba en la mansión le recordaba los momentos compartidos en el pasado, y también cómo cada dificultad la había llevado hasta ese instante: segura, rodeada de quienes más amaba.
—¡Bienvenidos! —exclamó la abuela Elisa, abrazando con fuerza a Isabella y a su familia y hermano—. Hoy celebramos no solo un compromiso, sino que celebramos familia.
Risas, saludos y miradas cómplices llenaron la sala. Karina y Rayan, Vanessa y Fabio, también presentes, intercambiaban comentarios felices, recordando cómo habían llegad