Capitulo 121

La lluvia caía con lentitud sobre los cristales de la gran casa Fernández. Afuera, el eco de los truenos se alejaba como si la tormenta se marchara llevándose el caos, pero no la tensión. Dentro, el silencio era denso, cargado de pensamientos sin decir y miradas que hablaban más de lo que las palabras podían abarcar.

Isabella estaba sentada junto a la chimenea del ala este, pensativa. Estaba envuelta en una manta que Sebastián le había colocado con cuidado. El fuego crepitaba suavemente, proyectando sombras cálidas que danzaban sobre las paredes.

Vanessa llegó con una bandeja de té humeante y la dejó en la mesa baja del centro. Fabio, serio, permanecía junto a la ventana, pensando y observando cómo los patrulleros del grupo de seguridad terminaban su revisión perimetral.

—Nunca pensé que se atreverían a hacerlo, pensé que no lo harían… aquí. Hoy. —Vanessa rompió el silencio, sirviendo lentamente dos tazas—. Fue un ataque directo, y preciso. Te quería a ti, Isa. A todos juntos.

Isa
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP