Ardiendo en ti. Capítulo 19: Una despedida bajo el árbol
Aunque estoy despierto desde antes de que suene la alarma, no quiero abrir los ojos, sólo apago el sonido a tientas y me quedo allí, completamente desanimado.
Los días se pasaron volando, eso era obvio, es la ley de la relatividad: cuando mejor lo estás pasando, más rápido se te pasa el tiempo.
Aíne debe regresar hoy a la ciudad para rendir sus exámenes, para los que estudió muchísimo, incluso por sobre mis constantes distracciones nocturnas, ya que al saber que se quedaría hasta tarde estudiando, me escabullí a su habitación para fundirme en ella, aunque tuvimos que bajar la intensidad de las arremetidas para no hacer ruido.
Y lo que salió de eso fue hacer el amor a un ritmo tan lento, que ahogar esos orgasmos fue aún más difícil que ocultar los jadeos. En mi vida jamás lo había hecho de esa manera, así que hacerlo con ella fue algo completamente diferente y especial.
De mala gana me levanto y decido que no quiero comer nada, salgo de la ducha con prisa para luego vestirme y salir de