Aunque esa despedida fue muy triste, saber que hoy llega de nuevo mi mujer es un alivio para mi corazón. Nos hemos enviado mensajes todos estos días y hemos hablado a escondidas, cuando me voy a montar a caballo o me voy al granero.

Aíne me dijo que en las vacaciones irá ella a visitarme, fingiendo que le hablé tanto de mi país que ella lo quiere conocer. Como no le debe muchas explicaciones a nadie, no es que deba inventar algo más elaborado para viajar.

Trato de hacer todo lo que pueda de trabajo, porque no quiero que la ansiedad me ataque, llegará cuando tenga que llegar…

—¡Prima! —escucho a lo lejos gritar a Connor.

Me apresuro en terminar lo mío y me voy con dirección a la casa, trato de poner mi cara de malhumor, pero me cuesta conseguirlo del todo. Al entrar, ella se ve radiante como siempre y habla con mi tía de los exámenes, en los que le fue estupendo.

—Al menos valió la pena oír tu cerebro fundirse por las noches —le digo con sarcasmo y ella pone cara agria, pero sus ojos m