capitulo 26
Carol y yo nos volteamos de golpe al escuchar la voz de Stiven y Máximo.

—¿Qué hacen aquí? —dice Carol, algo borracha.

—¿Acaso no podía venir? Dios, estás borracha, Carol.

—La idea era esa.

—Claro, para que otros se aprovechen de ti.

—¡Deja de ser idiota! —veo cómo Carol se va y detrás de ella sale Stiven, dejándome sola con Máximo.

—¿Te estabas divirtiendo, esposa mía? —dice algo tenso.

—Sí, pero tú dañaste mi felicidad.

—Claro, te veía muy feliz bailando sexy para esos hombres.

—No vayas por ahí, Máximo, que estoy enojada contigo.

—¿Estás enojada conmigo por ser sincero contigo?

—¡Estoy enojada porque eres un insensible! ¡Solo piensas en ti!

—Eso es falso, siempre pienso en ti, pero entiende que no quiero hijos, Lía.

—¿Por qué no? —digo al borde del llanto y él lo nota.

—Nena, no llores. No me gusta verte llorar. Ven, mejor salgamos de aquí —no sé por qué, pero decido hacerle caso y salgo con él en medio del frío. Subimos al carro y él conduce hasta la casa. Al llegar, me da una taza
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App