Estoy en la oficina trabajando para un nuevo proyecto que Carol y yo tenemos en mente, pero aún le faltan algunos detalles. Solo espero que todo salga perfecto.
- Hola, preciosa. - Volteo de golpe y siento cómo mi corazón late de alegría al ver a Ed parado en la puerta con una gran sonrisa.
- ¡Ed! - Corro hacia donde está y me tiro a sus brazos, abrazándolo fuerte.
- Veo que me extrañaste.
- ¡Mucho! ¿Dónde estabas metido?
- Estaba en Nueva York, quería alejarme un poco de todo. - Cuando dice eso sé perfectamente a qué se refiere.
- ¿Y ahora cómo estás?
- Bien, linda. Regresé hace dos días, así que quise venir a verte.
- Me alegro de que hayas venido a verme. En serio, te extrañé mucho. - Entra Rosa, la asistente de Carol, y nos interrumpe.
- Disculpe, señorita Lia, la señorita Carol la solicita en su oficina.
- Oh, sí, dile que ya voy. - Rosa sale y nos deja solos.
- Veo que tienes trabajo. ¿Qué te parece si vamos a comer esta noche? - Hum, creo que eso no le gustará a Max... pero Ed e