Mientras tanto Scott en su departamento buscaba cada posible excusa para evitar ir a trabajar, algo que no lo hubiese contemplado tan fácilmente hace un mes, pero ahora buscaba todas las maneras posibles para convencerla y poder quedarse unos días más encerrado, aunque Mariela por su parte le recordaba de que debían volver al trabajo y lo más importante hacerse el tiempo de ir a buscar a los niños aunque hablaban todos los días con ellos y estaba pendiente de ayudarlos tenía una necesidad de abrazar a su pequeño Miguelito.
Por lo que Juan les había comentado el grupo de inversionistas llegarían en menos de una semana ya que había logrado aplazar unos días la visita y así poder tener el tiempo necesario para preparase, aunque sabía que después del ataque a Mariela cada hora valía por dos.
—Amor, no deberías hacer esfuerzos —decía Scott viéndola vestida con una de sus camisas que le cubría sólo la mitad de los muslos y que para él se estaba convirtiendo en el más sexy babydoll de todo