Alejandra
Dijo que me miro hermosa...
En cuanto lo escuché fue como si un puñado de mariposas comenzarán a hacerme cosquillas con sus alitas en el interior del estómago, pero me encargue de aplastarlas de inmediato, todo parece indicar que Jonathan no ha recordado nada de la otra noche, así que es el indicio más claro de que debo de dejar eso en el olvido y dejar de verlo como hombre, es mi escolta y nada más.
Llegamos al edificio de Seguridad Alpha, en donde estoy segura de que dentro de poco tendré una riña con él es dueño, he tenido algunas quejas del señor Max, al parecer el trato que está teniendo con esos elementos a los que él parece tener algún tipo de aversión personal, no es el mejor, y no puedo permitir que esas coas sucedan en mi empresa.
Llego a la oficina principal, en mi ausencia él se ha encargado de continuar con el mando, pero creo que ha olvidado que quien lleva las riendas ahora soy yo, toco la puerta y no tarda en abrir, al verme suspira.
— Señora Alejandra, qu