Aaron
— Si oficial, como le comento ella desapareció... y su escolta también, tuve amenazas anónimas desde hace tiempo, ese sujeto se infiltro en mi seguridad, se ganó la confianza de todos y rapto a mi esposa, tienen que encontrarlo, espero que no cumpliera sus amenazas y ella esté aun con vida.
— Haremos todo lo que este a nuestro alcance señor Bickford, encontraremos a su esposa.
Cuelgo el teléfono haciendo a un lado mi voz de "esposo afectado" y suspiro con pesar y fastidio, Alejandra... maldita mujer terca, no quería perderla, era el modelo de esposa perfecta, hermosa, respetable y lo mejor, no metía las narices en mis asuntos, no me celaba podía salir con cuanta mujer se me diera la gana sin tener un alboroto de su parte, maldición era la tapadera perfecta, la máscara impecable con la que cualquier hombre de la alta sociedad sueña.
Oh por lo menos así era, hasta que me enteré que se estaba revolcando con su maldito escolta, hasta que comenzó a llamar la atención de los demás