33. Así que al final no te pusiste bragas.
—Solo, lo siento, no podía dejar que ella lo golpeara, solo es un niño — dijo ayudándolo a desvestirla — no estoy enojada contigo, estoy enojada con ella, por querer dañar a su hijo, las madres son solo — aunque evitó decir que más que enojada, estaba celosa por la relación que él y esa arpía habían tenido, una relación que ella jamás tendría, porque no era el tipo de relación que Marius y ella debían tener.
— Te extrañé... ¿Dime cómo puedo extrañar a alguien con quien apenas he dormido una noche?
— Y verte defender a mi hijo sin ni siquiera saber que era mi hijo, me dio unas tremendas ganas de follarte como un loco.
La desnudó lo más rápido que pudo y llevó las manos a su trasero, alzándola, obligándola a rodearlo con las piernas para caminar con ella hasta la cama.
— Así que al final no te pusiste bragas...
Gruñó tan molesto como excitado mientras se dejaba caer con ella sobre la cama y la besaba con desesperación mientras la besaba ella mismo se iba desnudando con la ayuda de Noeli