CAPITULO 28

28Frank, no entendía el por qué no podía comunicarse con Jean, no respondía los mensajes ni llamadas.

—Enza, entonces debemos volver a Capri, así tenga que llevarme por la fuerza a Laura. ¿Dónde está Alma?

—Quedó en casa.

—Vamos por ella y se quedarán en el hotel mientras pido traslado para Laura.

Frank y Enza fueron a la casa donde estaría Alma, Enza sentía esa presión en el pecho que sintió desde el momento en que Amalia desapareció de las vidas de ellas.

Se acercaron y vieron la multitud y los carros de emergencia y bomberos.

—¡Por dios! ¡Alma! —dio un grito desgarrador que rompió su corazón al ver su casa en escombros y no encontrar a Alma por ningún lado.

—¿Dónde está mi nieta? ¡Alma! Hija.

Gritó, preguntó y llamó sin tener respuesta de Alma.

Frank salió corriendo tras de Enza, la sostuvo al momento de querer caer al suelo.

—Enza, tranquila, Alma debe estar bien, vamos, la encontraremos.

Frank buscó y preguntó y nadie vio, ni escuchó, ni dijo nada de Alma.

—Frank, mi nieta no est
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