Capítulo 45.
Sentí una mirada y me tensé.
En teoría no había nadie en la casa de los cachorros hasta la hora del desayuno, comida o cena. Fue por eso que tomé una de las camas de los cachorros y me di el lujo de una pequeña siesta; y, debido a que el desayuno fue un poco temprano, sabía que estaba sola.
Al menos lo estaba hasta ahora.
¿Debía estirarme sutilmente aparentando reacomodar mis postura y tomar mi arma?
No tuve que pensarlo mucho ya que sentí algo frío en la mejilla y abrí los ojos. Ahí, sobre mi cara se encontraba Alan en su forma de lobo; suponía que la cosa fría que sentí era su nariz.
-Hey. - Dije acariciando detrás de sus orejas. - ¿Qué pasa?
Él se restregó un poco sobre mi mejilla y luego bajó de la cama. Yo lo seguí con la mirada hasta la entrada de la habitación hasta que se detuvo y miró hacia atrás.
Comenzó a mover la cola incontrolablemente; parecía un perro enorme y adorable. Emitió algunos chillidos bajos.
-¿Quieres que te siga? - Pregunté extrañada hasta que mi cereb