Epílogo.
Frederick.

Dejé al cachorro Alfa y a la hermana de Bastian sobre el Altar de Nuestra Gran Madre y corrí de vuelta hacia la carretera.

La diversión nunca termina cuando eres el mensajero/ mayordomo/ chico de los recados/ niñera/ maestro o la m****a que mi deidad quiera que sea.

Rowan me esperaba a un par de kilómetros de esta manada con un auto, un cachorro y un plan demente para desmantelar un campamento lleno de atrocidades.

Primero teníamos que poner a salvo al cachorro antes de incendiar cualquier lugar. Una lástima porque desde que hacía unos meses cuando le sugerí al cachorro Edson que prendiéramos fuego a la casa de la manada del Alfa Alan, a mí me había gustado ver arder el mundo.

Piromaniaco, le llaman los humanos.

Corrí hasta el sitio aproximado y luego subí al auto.

-Terminé mis asuntos aquí, ahora pon marcha hacia la manada de Gustav. - Dije acomodándome para una siesta.

Yo ya no tenía veinte años.

-Uh... si, Alfa Frederick. ¿El cachorro es de esa manada?

-Lo es. ¿Lo alime
Iriani Balandrano

Muchas gracias por haber leído este segundo libro que, a pesar de que no a muchos les gustó como terminé el primer libro (como al 80% de los fanseses jaja), siguieron aquí y confiaron en el proceso jajaja los amoooo millones y recuerden que el próximo libro se llama: Beta Alfa, ¡Aléjate de nuestra hija! Mientras esperamos a que me autoricen el libro, estaré actualizando el de "Probando el destino del Alfa" que dejé de actualizar porque ya no me daba tiempo de escribir dos libros a la vez jaja para los que no han leído el libro, es la continuación de "La loba blanca se rebela"; si gustan darle una oportunidad yo estaré muy agradecida, aunque también pueden leer Probando el destino del Alfa sin leer la precuela directamente <3 amor, besitos y abrazos <3 <3 <3 nunca cambien, valen mil!

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