Mundo ficciónIniciar sesiónToda la semana me la he pasado con el señor Minetti, me entrena fuertemente, y me gusta, no lo voy a negar. Aprendo nuevas cosas que puede que un día me ayuden a librarme de la muerte.
—¡Así no, Lili! ¡Tienes que girarte más rápido! —me grita mientras me tiene sujeta debajo de su cuerpo. —Suéltame, estoy cansada —le pido furiosa. —No te soltaré hasta que tú sola logres el movimiento —responde apretando más su agarre. Hago el esfuerzo de nuevo de soltarme, pero no logro moverme un solo ápice. Minetti es tan fuerte que me inmoviliza por completo. Mi angustia sube con cada segundo que pasa. Él nota que me estoy molestando y lo escucho. —No puedes molestarte, Lilian. Recuerda tu entrenamiento de autocontrol. Si te molestas, yo tendré la ventaja —me recuerda, y en vez de calmarme, me sie






