Mundo de ficçãoIniciar sessãoMe doy una refrescante ducha y es cuando caigo en cuenta de que no tengo ropa de ningún tipo. Me envuelvo en una toalla y salgo.
—Alessandro —lo llamo, y veo cómo se queda observándome fijamente con mi pelo chorreando agua y yo envuelta en la toalla—, no tengo ropa. —¡Es verdad! ¿Cómo se me pasó eso? Ahora mismo te mando a traer, Lili. ¿Qué tipo de ropa prefieres? —¿Puede ser algo que no grite a leguas que tienes dinero? Un pantalón, una blusa y unas sandalias. ¡Odio los tacones! No olvides mi ropa interior, estoy desnuda; que sea cómoda —digo mientras vuelvo a meterme al baño para tomar otra toalla y tratar de secar mi cabello. Lo dejo con una expresión de sorpresa e incredulidad. —Lili —me llama tocando la puerta levemente—, quieren saber qué tipo de ropa interior prefiere






