Mundo ficciónIniciar sesiónAlessandro le dedica su sonrisa calculada, esa que transmite poder y amenaza en igual medida, mientras aprieta mi mano con más fuerza.
—No —respondo secamente, sacando mi mano de entre las suyas con desdén. Él me mira asombrado. También puedo notar que otros lo hacen, pero no me importa. El señor Minetti me agarra posesivamente por la cintura. —¿No? —me pregunta asombrado el tal Damián. —No —vuelvo a responder y suspiro, mirando aburrida para otro lado—. Alessandro, ¿podemos avanzar? Esto se me hace algo aburrido —le pregunto, poniendo una voz de falsete. El señor Minetti me mira y asiente. Puedo vislumbrar una casi sonrisa en su boca. Se despide con la cabeza de Damián, que me mira entrecerrando los ojos. —Sea más cortés la próxima vez en su negativa; dé una exc






