Enzo
Con esto le demostraba que estaba totalmente dispuesto a todo por ella, nadie la haría sentir inferior, porque ella ahora es más que todos aquí.—Recojan esa basura y deséchenla, no quiero que esté aquí mañana —doy la indicación y mis hombres solo asienten a la orden.Tomé a mi esposa de la mano y salimos de ahí sin decir una palabra, y es que no eran necesarias las palabras a estas alturas.A medida que íbamos pasando por los pasillos del centro de operaciones, tanto hombres como mujeres bajo nuestro cargo asentían en dirección a nosotros.Todos ellos sabían que Olivia es su nueva reina, y le deben respeto y lealtad.Olivia, en su papel de esposa amable e inocente, fue correspondiendo los saludos brindando sonrisas encantadoras.Gruñí por los celos y la escuché reírse a mi lado, y para evitar que matara a alguien, se apegó a mi costado hasta que salimos del lugar directo al ascensor que nos llevaba a nuestro aparta