Capítulo 63. Escena bizarra
Verónica se mantuvo ocupada en la pastelería, siempre agradecida de que su negocio fuera exitoso, pero el día de hoy su mente estaba en otra parte.
Cuando por fin vio entrar a Marian, se secó las manos con el delantal y fue directo a ella.
— ¿Cómo te fue? —preguntó, sin disimular la ansiedad.
Marian le entregó una carpeta con la copia del acuerdo. Verónica la abrió y leyó en silencio. Al llegar al monto de compensación, alzó las cejas.
—Esto es mucho dinero… —murmuró.
—Con eso podré alquilar algo y salir de tu casa. No quiero seguir incomodándote.
—No me incomodas —respondió Verónica, aun leyendo—. Pero esto… ¿Cómo se supone que podremos demandar si no puedes decir ni una palabra?
Marian bajó la mirada.
—No podemos. Ese es el punto. El acuerdo de confidencialidad lo impide.
Verónica cerró la carpeta con un golpe seco. Se veía contrariada y muy decepcionada.
—Llamé a Mauricio, no me contestó. ¿Qué pasó exactamente en el bufete?
Marian dudó. Luego s