Hayden detuvo el coche frente a unas enormes rejas; uno de los guardias que estaban enfrente se acercó a nosotros.
— Señor Bennett — le saludó.
El tipo hizo una señal con la mano al otro, y este abrió las rejas. Yo miré a Hayden, ¿qué clase de persona era él en verdad?
— ¿Qué carajos eres? — le pregunté.
Hayden sonrió pero no volteó a verme.
— Soy un humano que tiene un padre muy rico — me contó.
Saqué mi celular y busqué su apellido en Google; una cantidad de resultados aparecieron: "El magnate petrolero Alexander Bennett ha adquirido una importante empresa, convirtiéndose en uno de los hombres más adinerados del mundo."
— No me jodas, ¿tú eres hijo de Alexander Bennett? — pregunté sorprendida.
Él asintió lentamente.
— Déjame adivinar, aquí hay un enorme avión y me llevarás a otro país — le dije.
Hayden volteó a verme y se rió.
— Eso es muy película romántica — me dijo.
Yo puse los ojos en blanco de inmediato.
— ¿Entonces qué hacemos aquí? — le pregunté.
Hayden detuvo el coche, se ba