14. Embarazada del Diablo.
Pasaron varias semanas, Sophie apenas comía y su sonrisa había desaparecido de su rostro.
El CEO Michael se iba muy pronto en la mañana y volvía muy tarde, nunca apareció y toda la villa estaba extremadamente silenciosa.
— Sophie, por favor come más, estás demasiado delgada y me estoy preocupando.
— Lo siento Emma, si no fuera por mí quizás habrías empezado una nueva vida.
Sophie quería volver a llorar mientras hablaba, sentía que últimamente no podía controlar sus emociones y no tenía apetito.
— Tranquila, por lo menos yo estoy a tu lado… Mmmm... Hoy hace buen tiempo y vamos a pasear fuera. ¿Qué te parece?
Sophie asintió, ella quería olvidar a ese hombre.
Mientras paseaban por los extensos jardines de la propiedad, Emma intentó consolar a Sophie, aunque ella misma estaba lidiando con sus propios problemas.
Robert las observaba sentado en una de las sillas del jardín, dándoles su espacio y sin sacarles la mirada de encima, el jefe había dejado muy claro que debía vigilarlas todo el t