Por Roque
Volvimos juntos a nuestro país.
El viaje fue tranquilo.
En otras épocas usaba mi avión para compartir viajes con amigos y nos divertíamos desde antes de despegar, siempre estábamos acompañados por bellas mujeres.
Por suerte Rosie nunca estuvo con nosotros, es que cuando hacíamos esos viajes, ella era menor de edad y nadie se iba a hacer cargo de otras personas.
Desde que falleció mi padre y me hice cargo de un montón de empresas, fui dejando de lado tantos viajes y esa clase de diversión.
Comencé a usar el avión para viajes de negocios y si eran de placer, estábamos más controlados todos, es que fuimos madurando y muchos nos convertimos en verdaderos señores empresarios, claro que no soy el único que heredé un imperio comercial, aunque en distintos rubros, mis amigos y yo estábamos más o menos en las mismas condiciones.
Es decir, trabajar en empresas familiares, o estudios de ingeniería o buffet de abogados.
Eso es indistinto, el tema es que todos somos ejecutivos.
El viaje