Por Roque
-¡Salí de adelante de ella! ¡Mamá, matala!
Irina intenta correrse, para que Paty no me lastime a mí.
-Irina, pensá en Maxi.
Le digo con un nudo en mi garganta porque no sé de lo que es capaz la delirante de Paty.
-Paty, nunca pudimos lograr declararte culpable del fallecimiento de Lorena, pero tenés unos cuántos delitos encima, pensá lo que hacés, porque te juro que no paro hasta destrozarte.
-Te olvidás que el arma la tengo yo y si comienzo a los tiros, este lugar se cierra en forma indefinida, ahora abrí la maldita puerta.
-Es mi hogar, no el tuyo.
Dice Irina, con las lágrimas rodando por sus mejillas.
-Quiero esta casa, la mansión está hipotecada, cuando salga ese negocio, vas a ver el poder que tengo.
-Esta casa me la dejó la madre de mi mamá, ¿Te olvidaste de eso? Le mentiste a mi padre, causando muchas muertes por tu mentira y tu egoísmo, hicieron de mi vida un desastre, pero ya basta.
En el momento en que Paty muestra el arma en todo su esplendor, se abre la puerta de