Capítulo 72: El pasado que duele.
—¿Señor Bennett?, ¡Ayuda por favor! — gritó Lorena completamente asustada al mirar a John inconsciente.
Sin recibir respuesta, la joven aprendiz de detective arrastro como pudo a John hacia dentro de su departamento, notando que el hombre tenía una fiebre demasiado alta; había estado bebiendo, estando completamente enfermo.
Aquella noche, la luna brillaba en lo más alto, y Katherine había accedido ante el capricho de sus hijos para pasar la noche en el departamento de Henry. La noche siguiente seria la gala de beneficencia y al menos por ese momento no quería pensar en nada más.
El manto nocturno había caído ya enteramente sobre la ciudad. La luna llena, completamente brillante y tan parecida a la plata, se asomaba ocasionalmente entre las pocas nubes que lograban cubrirla. El brillo de las estrellas decoraba el cielo nocturno, dejando ver la belleza del universo que lograba apreciarse desde la tierra firme. Katherine, sin embargo, no lograba admirar nada de ello, pues toda su atenció