El baile había dado comienzo, y Katherine, siendo liberada por el asistente de Jackson, salió hacia el gentío usando aquel vestido dorado y sumamente ajustado a su cuerpo. Todas las miradas repentinamente habían caído sobre ella, y buscando a Henry entre las personas, sintió como se le hacía un nudo en la garganta al no verlo allí.

Desde el otro lado de la recepción Jackson pudo ver a Katherine; parecía confundida, desorientada, pero aun así lucia hermosa y perfecta en aquel vestido ajustado que le dio para usar. Esa mujer le pertenecía genuinamente, y no importaba lo que ella sintiera por Henry, él no les iba a permitir estar juntos de nuevo. Acercándose con paso apresurado hacia ella, Jackson le sonrió ampliamente, pero la tomó del brazo con brusquedad. Mirando a su mano, con gran rabia Jackson pudo ver que su prometida no estaba usando el anillo de compromiso que le había dado.

—¿Por qué no estas usando el anillo que te he dado cariño? Todas estas amables personas están aquí para a