—Lola… —dijo Antonio, reprimiendo el deseo que ardía en sus ojos.
—No hagas esto. Como mujer, debes respetarte y quererte a ti misma.
Lola lo miró de manera penetrante: —¿No te gusto?
Hace años, Mateo eligió a seis personas: dos mujeres y cuatro hombres.
La otra mujer estaba en Noruega.
De todos los hombres, la mujer con la que más trataban era ella.
No le sorprendía que él pudiera enamorarse de ella.
…
Después de la siesta, Dieguito tomó mi celular y llamó a Mateo.
Mateo contestó rápidamente.
—¡Tío, feliz cumpleaños! ¿Estás en la oficina o en casa?
—En casa.
—Entonces, ¿podemos ir esta noche a tu fiesta de cumpleaños?
—Claro.
Mateo parecía de buen humor y aceptó encantado, pero luego, recordando algo, su tono se volvió frío: —¿Y ella?
—¿Qué?
—¿No sabes?
—¡La tía!
Dieguito, como si hiciera un gran favor, me pasó el celular: —Tío, te busca.
Tomé el celular: —¿Qué pasa?
—Delia, hoy…
Se detuvo a mitad de la frase y simplemente dijo: —Nos vemos a las seis en el garaje.
Colgó la llamada sin