—Sí, y lo curioso es que nunca ha respondido a los rumores sobre mi mamá, pero en cambio ha aclarado todos los demás. Si a esta edad sigue soltero y sin hijos, o hay algo raro, o está esperando a alguien con quien realmente abrir su corazón.
Mateo me pellizcó la cara con una sonrisa divertida: —No me había dado cuenta, pero parece que sabes más de lo que imaginas.
Lo supe todo gracias a Olaia.
En ese entonces, ni siquiera sabíamos que ella era mi madre biológica.
Olaia siempre estaba al tanto de los chismes del mundo del espectáculo y me los contaba con entusiasmo.
Cuando hablábamos de mi mamá y Iván, jamás pensamos que algún día estaríamos conectadas con ellos de alguna forma.
—Creo que deberíamos buscar una oportunidad para intentarlo.
Mateo asintió pensativo: —Entonces, coordina con Olaia. Yo ya no me voy a meter en esto. Si surge algo que realmente no puedan resolver, avísame.
Lo abracé con gratitud: —Mateo, muchas gracias.
Sabía que también quería que no me quedara atrapada en tod