"Súbito" VI

"Eso. Muy bien, ¡me encanta tu sonrisa! Sigue así, muy bien, Amelia." 

El lugar donde se llevaba a cabo la última sesión de fotos en la locación se llenaba de halagos del fotógrafo hacia Amelia. Ella además de estudiar el arte de la actuación también estudió la danza, eso la ayudó mucho a desenvolverse en la cámara, ya sea para grabar o tomar fotos. 

Luego de dos horas de fotos individuales tocaban las fotos en pareja. La noche anterior Amelia no estaba lo suficientemente borracha como para olvidar lo que había pasado, pero sí para tener confianza y atrevimiento. Pasó toda la noche con Kyle, bailando, charlando e incluso había besado su mejilla, todo esto lo hizo a pesar de que se había prometido alejarse de él. Cuando divisó a Kyle en el set no pudo contenerse de acercarse y hablarle. Se acercó al apartado de comida y bebidas, tomando dos botellas de agua helada. 

"¿Resaca?" preguntó Amelia cuando llegó hasta donde Kyle se encontraba, estaba sentado mientras arreglaban su cabello para las próximas fotos. Ella le extendió una de las botellas y tomó asiento junto a él. 

"Gracias..." sostuvo la botella contra su cuello para disminuir la tensión allí. "Tomé unos analgésicos esta mañana pero aún duele mi cabeza. Supongo que también es porque tuve que levantarme muy temprano para hacer unos pendientes." 

"Yo igual, realmente no sé cómo estoy de pie hoy" ambos rieron por el comentario y Amelia fue llamada por Laurie para terminar de corregir su maquillaje. 

En el descanso entre horas Kyle decidió que era momento para preguntarle a Amelia sobre la extraña pregunta que le había hecho ayer. Estaba en un dilema, no sabía si hacerlo y no obtener alguna respuesta o simplemente una evasión al tema, o no hacerlo y dejar en la incertidumbre el posible malestar de Amelia. Puede que sea un problema suyo, pero, aunque no lo parezca Kyle se preocupada demasiado por las personas a su alrededor, lo quiera o no Amelia formaba parte de su entorno y quería saber qué podía hacer por ella. 

"Amelia, yo... quería preguntarte por lo que me dijiste en la salida del bar" murmulla casi esperando no ser escuchado, "estuve pensando en ello y tuvimos que dejar la conversación cuando te llamaron por teléfono. Quiero que sepas que, si en algún momento requieres de apoyo yo estoy aquí, ¿sí?" 

Amelia no sabía qué responder. 

Ella tenía la pequeña esperanza de que aquella vergonzosa conversación hubiese quedado perdida en los recuerdos de un borracho, que Kyle no se lo tomara a pecho y simplemente hubiera muerto allí. Amelia estaba equivocada, ahora debía darle una respuesta porque por alguna extraña razón sentía que se la merecía. 

"Gracias por ello, Kyle. Ahora mismo no es el momento, pero te prometo que te diré lo que no pude terminar anoche, ¿sí?" 

Y Kyle tuvo que aferrarse a su deseo de ayudar a Amelia y esperar que ella realmente le dijera la verdad. 

Las horas pasaban, la sesión terminó casi a las ocho de la noche y al día siguiente tenían que partir de nuevo a Los Ángeles, tendrían unas semanas de vacaciones para comenzar con las usuales promociones y demás. Amelia se despidió rápidamente de Kyle y del resto del equipo ya que tenía que correr a su hotel a empacar. Kyle se estaba carcomiendo la cabeza esperando el momento para hablar con Amelia. 

Ni él entendía su ansiedad. 

No pudo dormir mucho por la noche, no solo por la intriga sino porque volvería a su casa luego de unos largos meses, actualmente vivía solo en un departamento en New York, pero cada que podía se quedaba en casa de su familia en Los Ángeles, estaba ansioso por verlos de nuevo. Su relación con ellos era bastante buena, sus padres estaban juntos y tenía dos hermanos menores, a pesar de que no hablaba mucho con su padre, mantenía una relación muy estrecha con su mamá, ella era quien lo ayudó a incursionar en lo que siempre soñó: actuar. 

Aterrizaron en Los Ángeles. No hubo mucho ajetreo ya que salieron por una salida privada y se fueron rápidamente. Kyle y Amelia compartieron números telefónicos, pasaron los días haciendo sus cosas y ni siquiera se habían texteado. 

Un martes por la noche seis días después Amelia recibió un mensaje. 

Kyle: tú y yo tenemos una charla pendiente:) 

Kyle: ¿podríamos vernos? 

Su corazón comenzó a bombear sangre rápidamente, respiró sin cuestionarse por qué se sentía así y respondió con sutileza. 

Eve: *ubicación* ven a las ocho. 

Bueno, tal vez Amelia no sabía ser sutil. 

Arregló su lugar, había un montón de paquetes regados por doquier así que los tomó todos y los metió a su habitación. Había pasado todo el día haciendo absolutamente nada así que tomó una ducha y se vistió con ropa cómoda, a las siete y cuarto sonó el timbre de su casa, pensó que tal vez Kyle se había adelantado a la hora acordaba y fue a abrir. 

"Llegas un poco tempra- ¿Scott?"  

El susodicho alzó sus manos mostrando las bolsas del restaurante favorito de sushi de Amelia. 

"¿Cenamos?" 

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