No era por amor y lo sabía. No había nada romántico y lo sabía. No había sentimientos involucrados y lo sabía… Pese a saber que no sería correspondida, continuó jugando con fuego y ahora se estaba quemando. Hubiera sido mucho más fácil y menos doloroso si no hubiera cedido a la tentación, si hubiera puesto un freno a sus sentimientos a tiempo y no caer enamorada por alguien cuyo interés no estaba en ella y tal vez nunca lo estaría. Y contra todo pronóstico, terminó resignándose y permitiendo que lastimen su corazón. Pero era únicamente su culpa y lo sabía. Sin embargo, optó por hacer caso omiso a las consecuencias que vendrían después y se entregó a la pasión febril que destilaban los besos y caricias del único hombre que nunca la miraría como realmente deseaba.
Era tan injusto estar enamorada de un hombre que solo la había utilizado, que la había chantajeado y por si fuera poco, ese mismo hombre le había advertido que no quería que se convierta en un problema. Y el problema se había