Paciencia.
Tendría que estar durmiendo y no estar preparando sopa a las tantas de la madrugada, pero, bueno, ya no importaba. De todos modos, el sueño la había abandonado y sabía que si no estuviera controlando la pequeña olla de sopa, seguramente hubiera continuado con la lectura hasta quien sabe a qué hora. Realmente nada de eso importaba, el hombre que se encontraba duchándose sí lo hacía.
Había creído que un hombre como Logan se negaría a cualquier cosa que ella le pidiera, como meterse al cuarto de baño para que pudiera quitarse la ropa mojada y darse una ducha con agua caliente, pero Lucía se tragó la sorpresa cuando Logan asintió con la cabeza e incluso aceptó las ropas viejas y desgastadas que le ofreció. (Mismas ropas que había guardado como recuerdo de su padre).
Realmente tenía demasiadas preguntas rondando por su mente y Lucía necesitaba respuestas. Con todo lo que había ocurrido, jamás imaginó estar en una situación semejante, mucho menos pensó en la posibilidad de que Logan se pres