Cumplir con un trato.
Logan miró pensativo a la mujer, ¿hace cuánto no salía con nadie? ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última relación? ¿Ella tendría aventuras? Esta última pregunta se respondió él mismo. Era imposible que esta mujer tuviera aventuras pasajeras. A simple vista resaltaba que no era de las que se dejaban llevar por el momento. Además, le resultaba imposible imaginársela coqueteando con un hombre que conoció al azar. Recordó a Pía Rossi y de nuevo se sorprendió lo diferente que era esta mujer de su hermana.
Seguía siendo extraño estar con una mujer en un restaurante y que dicha mujer no intentara algún movimiento con él. Estaba acostumbrado a salir con mujeres que no perdían un solo segundo para flirtear o manosearlo, sea un toque sutil de manos o tocarlo con el pie por debajo de la mesa. Esto lo había hecho Alessia, hace meses atrás. Alessia fue su último idilio y vagamente recordaba las noches apasionadas que tuvo con ella. No iba a negarlo, Alessia era el tipo de mujer descarada y es