Tatum gira la cabeza en la dirección y en el momento en que ve a Leila, la mirada de ella al verlos a los dos tan cerca hace que su corazón de un brinco y se aparte rápidamente de Carmela.
No puede permitirse que ella piense otra cosa o algo malo. La quiere a ella y solo a ella y no le importa que Carmela esté aquí, le hará saber que solo tiene ojos para ella.
Leila se queda inmóvil, claramente confundida por lo que está pasando.
Tatum se precipita hacia ella mientras ella gira sobre sus talones para marcharse. La toma de la mano y la gira hacia él, mirándola con ojos apasionados.
"No es lo que piensas. Yo no la invité, vino por su cuenta pidiendo ayuda y, cuando me negué, estuvo dispuesta a confesar un secreto. Estuvo a punto de susurrarlo, te lo juro, no fue nada", dice Tatum con voz de pánico, odiando los ojos juzgadores de Leila con los que le mira.
"Vale, sigue entonces", responde Leila, apartando la mano de él, y a él le rompe el corazón que no le crea.
"Leila, escucha", vu