Leila abre los ojos, no sabe cuánto tiempo lleva dormida pero lo único que nota es que el dolor ha desaparecido, ya no lo siente de ninguna manera y su lobo está totalmente presente pero triste, muy triste.
Ella gime y voltea a su izquierda para ver a Amara profundamente dormida a su lado y ella sonríe, su corazón inundado de calor y besa el pelo de Amara.
Puede que el mundo entero la abandone, pero está segura de que su hija nunca se irá de su lado.
"¿Cómo te sientes?".
La voz de Kelvin la hace girar la cabeza y lo ve reclinado en el sofá adyacente a su cama, sonriendo a algo en su teléfono antes de que su mirada se desplace de nuevo hacia ella.
"¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?". Le pregunta con voz débil, acomodándose para sentarse.
"Dos días, entrando y saliendo", responde Kelvin justo cuando el estómago de Leila gruñe.
A Leila casi se le llenan los ojos de lágrimas. ¿Qué haría sin él?
Durante esos dos días, aunque insegura, recuerda a un hombre a su lado, atendiéndol