"Es difícil creer que ella no sea mía", responde Tatum, fingiendo no escuchar a Leila porque de divorcio o rechazo no quiere hablar, pero también porque es la verdad.
Cuanto más tiempo pasa con Amara, más sospecha y se atreve a decir que tiene esperanzas de que Leila pueda estar ocultándole la verdad como castigo por lo que les hizo.
No es solo él quien siente un vínculo con la pequeña fiera, su lobo también lo siente y justo ahora, cuando la cargó, era fuerte, demasiado fuerte como para ignorarlo. No puede decir lo que es, pero el vínculo es tan fuerte como el que siente por Leila, la única diferencia es que se siente filial, no erótico, pero igual de fuerte.
Ha estado tentado varias veces de arrancarle una hebra de pelo a Amara o robarle la paleta para tomar muestras de saliva, pero respeta demasiado a Leila como para hacerlo. Incluso si Amara resultara ser suya, actuar a espaldas de Leila solo avivará su fuego, un fuego que él busca desesperadamente apagar.
"Pues créelo, porque