Llévame a casa, Travis.
TRAVIS
Jamás imaginé que llegaría un día en que saldría de ese mismo hospital con una sonrisa en el rostro y los bolsillos vacíos, pero ese momento había llegado y lo estaba viviendo.
Mientras salía del consultorio de mi médico y caminaba tranquilamente por el pasillo del hospital, repasaba nuestra conversación en mi mente.
—¿Cuánto tiempo ha pasado desde el último episodio? —me había preguntado mientras examinaba mi mano después de hacerme algunas pruebas.
Me tomó más de unos segundos responder, porque hasta que lo preguntó, no había pensado exactamente cuándo habían cesado los temblores.
Hice un viaje por mis recuerdos, deteniéndome en aquella noche en casa de los Wellington, cuando los temblores me provocaron una convulsión completa. Ese era mi último recuerdo de los temblores.
—Eh, ¿cómo un mes? —respondí, esperando que no notara que me había perdido en mis pensamientos más tiempo del necesario, porque el recuerdo de cómo había follado hasta dejar sin alien