POV DE KIAN
Estoy nervioso como el demonio.
Han pasado quince minutos de la hora acordada para que el equipo venga a mi "gran" propuesta, pero el retraso no es culpa de ellos. Es mía. Cada vez que asoman la cabeza por la puerta del pequeño cuarto detrás de Leslie para preguntar si es hora, sutilmente niego con la cabeza. Realmente pensé que estaba listo, incluso reservé todo el restaurante para toda la tarde. A este paso, la propuesta podría fracasar... otra vez.
A Leslie le pareció extraño cuando entramos al restaurante vacío después de recogerla de su última entrevista y le pedí que almorzara conmigo, pero logré desviar su atención preguntándole cómo le fue en la entrevista. Se ve tan radiante y prácticamente resplandece mientras habla. Es fascinante verla narrar con fluidez cada minuto del día que ha pasado sin mí.
Me encuentro imaginando nuestros días terminando siempre así; solo ella y yo en nuestro hogar —uno más pequeño y acogedor esta vez— contándonos cómo nos fue en el día. Cu