Gabriella
Me despierto con un fuerte mareo y ganas de vomitar, así que, como puedo, me levanto al baño y vomito lo poquito que había comido. Siento unas manos acariciar mi espalda y tomar mi cabello.
- ¿Estás bien? - pregunta Dante, mirándome algo preocupado.
- Estoy un poco mareada - sin esperarlo, él me toma en brazos y me lleva a la cama.
- Es normal, el calmante que te aplicaron era fuerte - "¿calmante?" En ese momento, me llegan las imágenes de los vestidos llenos de sangre y creo que mi cara se pone más pálida de lo que estaba.
- Dante... Alana, la bebé - comienzo a alterarme, pero él me rodea con sus brazos.
- Tranquila, ella está bien.
- Esos vestidos estaban llenos de sangre, no quiero que le pase nada.
- Y yo no quiero que les pase nada a ninguna de las dos. Las voy a proteger.
- Solo me interesa que ella esté bien. Me asusté tanto cuando vi eso. ¿Quién lo envió? - él se queda callado.
- Eso no importa.
- ¡CLARO QUE IMPORTA! - grito alterada - Quien sea esa persona quiere hac