Bella y Rose Grayson son las hijas del multimillonario Joseph Grayson, ambas se verán envueltas en la venganza de su abuela, pero igual en la rivalidad por dos hombres.
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Capítulo 1
Ahora mismo no comprendo muchas cosas, pero sé que todo comenzó el día que mis padres lo trajeron a casa, yo tenía cinco años y no comprendía bien que estaba sucediendo , pero recuerdo que quede hipnotizada con el color de sus ojos.
Estoy segura de que eran los ojos más azules que vi en mi vida. No hablaba y mis padres le prestaban mucha atención, yo solo lo observaba. Su nombre era Cristian, sus padres eran los mejores amigos de mis padres; que por desgracia murieron en un accidente, así que según mis padres a partir de ahora es mi hermano. Cristian es dos años mayor que yo y era el niño más lindo que vi en mi vida, aunque él pasaba de mí yo lo admiraba mucho porque a pesar de todo lo que sucedió en su vida nunca lo vi llorar. Así pasó el tiempo, él recuperó su voz. Nuestros padres nos criaron como hermanos sin hacer diferencias ni distinciones y aun así aquí estoy yo como la tonta que soy enamorada de mi hermano.
– Ana reacciona por Dios – me dice Sofia, mi mejor amiga
– ¿Watt?
– que reacciones. Miras a Cristian de forma rara
– ¿de forma rara?
– si. como si fuera un trozo de carne
– por Dios, solo tú podrías decir algo como eso
– es cierto, me da escalofrío verte
– dijo Sofí pasándose las manos por los brazos para corroborar su afirmación. Ambas comenzamos a reír como locas
– en serio, Ana si no lo disimula todos lo van a saber
– sabes algo Sofí, ojalá él lo supiera
– por Dios Ana, es tu hermano
– no lo es y nunca lo he considerado como tal
– está bien, pero no creo que sea el momento para decírselo. Aquí viene con su novia.
– no lo he hecho en doce años así que no va a ser ahora que lo haga Cada vez que lo veo con la imbécil de su novia me arde la sangre. Tan creída, pero me queda bien el papel de cuñada rebelde así que nadie me presta atención.
– Anita ya estás lista para ir a casa– me dijo la pendeja
– Cristián – le dije ignorándola
– dime Ana – me pide el calmado ese siempre es su trato hacia mí
– ¿y desde cuando tu perra habla?
– óyeme bien niña
– Cristian la detuvo
– no Laura
– pero Cristián tu hermana no tiene límites
– ¡vez lo que digo, si habla tu perra¡
– ya basta Ana sube al auto y vamos a casa – intenta mediar en la discusión.
– gracias, Cristian, pero me voy caminando no vaya a tener garrapatas – y miré a su novia
– por favor, Ana - Lo ignoré y me fui con Sofí sé que es inmaduro, pero es mi defensa contra lo que siento por él. Siempre lo evito lo más que puedo, tengo miedo de decirle lo que siento si me descuido. En mis diecisiete años nunca he mirado a otro chico. Solo a Cristián y sus profundos ojos azules.
– te pasaste – me dijo Sofí, pero aun riéndose
– ¿con qué? – sabía a qué se refería, pero aun así me daba gracias preguntar
– ¿así que si su perra habla? – dice sin parar de reír
– ¿no parece una perra detrás de él todo el día? – Sofí hizo como si pensara
– la verdad es que si
– solo le dije la verdad
– estás loca
– gracias
– no fue un alago
– lo sé
Sofi y yo fuimos a casa en el atestado metro, la verdad casi me arrepentí de negarme a ir con Cristian. Digo casi por qué aún era mejor el metro que verlo con Laura. La casa de Sofí queda muy cerca de la mía así que vino conmigo a casa como siempre a comerse las galletas de mi mamá. Siempre va corriendo a la cocina.
– un día mi mamá te va a esconder las galletas – le advierto
– no lo creo, tu mamá me quiere mucho, dame jugo no seas tacaña
– tómalo, si total, crees que es tu casa
– ok – así lo hizo
– ¡Ana ¡
– ¿dime qué pasa?
– ¿vas a ir a la casa de Rick?
– no lo sé
– dicen que va a ser una superfiesta – nada nuevo, las fiestas de él siempre lo son
– ¿tú crees? – sigo la conversación, aunque puedo adivinar su respuesta
– sí, además le gustas a Rick y él está muy sexi
– tu vez a todos sexis - rebato
– ¿es mentira? Él es un chico super sexi - insiste
– pues no, la verdad está muy bien
– y tiene los ojos azules como Cristian
– ¿quién tiene los ojos como yo? – por supuesto tenia que aparecer en el peor de los momentos, Cristian escogió ese momento para entrar a la cocina a tomar agua y se nos quedó viendo.
– el chico que le gusta a Ana – le soltó Sofí de sopetón
– ¿y a Ana le gusta un chico? – pregunto Cristián sin mostrar demasiado interés.
– ¿no me puede gustar un chico? – es mi respuesta a su falta de interés le pregunté retándolo con la mirada
– la verdad creo que no tienes edad – sigue diciendo tonterías
– tu novia tiene mi edad Cristian – le recuerdo
– no es lo mismo, Ana – eso me molesto mucho a pesar de que intento que no lo haga
– si claro ¿sabes qué? No es tu problema si me gusta un chico o me gustan veinte
– Sofí puedes dejarnos a solas por favor – habla una vez más con total calma
– claro – se levantó y tomó sus galletas
– lo siento amiga - Y como toda una traidora se fue y me dejó con Cristian
– ¿para qué echaste a mi amiga? – le pregunto
– mira Ana no sé cuál es tu problema, pero ya basta – comienza dejándome perdida en el hilo de la conversación
– no sé a qué te refieres – le digo con sinceridad
– toda la vida he tenido mucha paciencia contigo porque sé que te robe atención de tus padres, pero creo que ya es suficiente.
– no sé porque crees algo así, yo nunca lo pensé – se lo dije con toda la sinceridad del mundo y creo que él lo percibió porque me miró como desconcertado.
– entonces me puedes decir que es lo que sucede contigo - Se lo pude haber dicho en ese momento (Cristian te amo) pero no lo hice me dio miedo, en cambio solo le di una respuesta evasiva
– no quieres saberlo créeme – Ana, no puedes tratarme así ni tampoco tratar a Laura como te dé la gana –escucharlo defenderla me dio ganas de llorar
– de verdad voy a esforzarme por tratarla mejor así que detente – me esfuerzo por no demostrar cuanto me duele escucharlo
– y que no se repita lo de hoy, sabes que vienes conmigo a casa – utiliza su tono autoritario conmigo
– no te pases, no eres mi papá
– créeme lo sé – me responde
– ¿a qué te refieres? – le pregunto, no quiero leer mas de lo que dicen sus palabras, pero inevitablemente mi cerebro tiene esperanzas, unas que el rompe de inmediato
– solo bromeo, Ana. No sabes apreciar una broma.
Solo dijo esto y se fue sin siquiera explicarme nada. Lo amo, pero también a veces lo odio. Su actitud superior me molesta
El viernes por la noche llego rápidamente, y la inauguración del lugar más cotizado, la condición para que salieran las gemelas es que fueran juntas, no permitirían que siguieran haciendo lo mismo, que tuvieran más libertad de lo que ya tenían, cuando se lo dijeron la primera en protestar fue Rose; a la gemela más joven no le agradaba la idea de que su hermana mayor la acompañara, porque era una aburrida. Miro a sus padres con enojo, ya que ella planeaba irse a pasar la noche con James. En el rostro de Rose se podía leer el enojo de manera clara, no esperaba que sus padres le hubieran hecho esto, caminaba de un lado a otro de la habitación, pero era una buena oportunidad para que su padre viera que Bella, aparte de estúpida era una zorra, eso llenaría de orgullo a su abuela, pero una voz interior casi olvidada le decía: “Bella es tu hermana, tú hermanita, tú otra mitad, ¿Por qué quieres dañarla?”, comenzaba a odiar a esa maldita voz, siempre se metía donde no la llamaban, y pensaba c
Alexander se dio la vuelta, ya hablaría con Bella, sentía que le estaba escondiendo algo, sabía que tenía que ver con Rose, ¿que era eso tan grave?, entro en su habitación y tomo la foto que tenía sobre el buro, en ella se encontraba Bella y él, era una foto reciente. No sabía en qué momento habían cambiado sus sentimientos por ella, era su hermana adoptiva, pero igual era su prima, puesto que su padre había sido hermano de su tío, todo era una confusión, su familia nunca aceptaría una relación con ella, con su adorada Isabella, suspiro con resignación, puesto que sabía que era imposible, dejo el retrato en su lugar y salió para hablar con ella. Isabella se encontraba en su habitación, tenía lágrimas en los ojos, sus sentimientos estaban destrozados, su hermana estaba cada vez más lejos de ella; ¿Cómo le haría para que regresara a ser la misma?, en esos momentos el toquido de la puerta el saco de sus pensamientos. — ¿Quién es? — pregunto con voz apagada y acercándose para abrir la
Rose se encontraba en su habitación, en el teléfono se encontraba James quien se mostraba muy atento lo que se encontraba hablando la joven, la chica se encontraba hablando acerca de lo que iba a abandonar los estudios. Que sería una joven heredera, que en unos años recibiría un fideicomiso bastante generoso, y lo más importante que siempre recibiría una participación de las empresas de su familia. — mis padres estaban que se colgaban de la lámpara, pero salirme de estudiar es lo mejor, en verdad —hablo Rose con voz tranquila y sin tanta preocupación por lo que sucedía, sus padres solo habían agachado la mirada y ahora hacia lo que ella quería y deseaba —ahora podré hacer muchas cosas y ninguna aburrida, ¿quieres ir mañana a una fiesta?, bueno no es una fiesta es la inauguración de la mejor disco de la historia de esta ciudad, anda James, ¡vamos! — le dijo la joven — es viernes y tengo invitación especial —la voz de la chica era sugerente y alegre — James miro a la joven, estaban te
Bella se encontraba en la oficina de su padre, el hombre se encontraba hablando con ella, ya que quería pedirle un favor, lo necesitaba de manera grande, se encontraba preocupado por la hermana de la joven. Joseph se encontraba sentado en el despacho, en el rostro se reflejaba la preocupación, en el rostro de la chica igual se mostraba preocupación, su hermanita le sucedía algo y ese algo había comenzado desde el segundo año de la universidad. — pero papá, ¿no crees que es muy arriesgado? —joven a su padre quien la miraba un tanto expectante — está bien, dejare de estudiar un año e investigare que le sucede a Rose, a mi igual me preocupa, pero no sabía cómo expresártelo o decirlo, pero ella comenzó a cambiar desde el inicio de este año que termino, bueno el escolar — Bella miro a su padre con preocupación. Joseph miro a su hija y con un gesto la invito a que hablara — pues bien, papá — comenzó a hablar la chica con voz tranquila — hace un año en el juego de Harvard vs Yale, ustedes
Rose y James comenzaron a salir después de la salida al cine, la joven sentía una inmensa felicidad, así que se la restregaba a su hermana en la cara, Bella trataba de hacer caso omiso, se encontraba dedicada a sus cosas, salía con algunos amigos, y demás. Siguiendo el mal consejo de su abuela, anuncio a sus padres que no regresaría el último año a la universidad ya que no le encontraba sentido continuar estudiando, ya que ella era heredera, y que aparte en unos años más recibiría el fideicomiso. —¡no le veo sentido regresar! —hablo ella en tono desafiante — no me gusta la universidad, además tener que comer en el comedor, y tener que lavar la ropa y compartir el dormitorio con otras personas, eso no me agrada — miro a sus padres quienes se encontraban completamente desconcertados. — tienes que terminar la universidad — hablo Joseph; su voz había un tono de orden — te falta poco para terminar, además, lo que elegiste es bueno para ti, si bien eres heredera y recibirás tu fideicomi
El señor Grayson solo estuvo un par de días en terapia intensiva, mientras tanto, su familia se encontraba ya menos preocupada, pero el día que les habían comunicado que se encontraba bien, hubo un gran problema entre los miembros de la familia. — ¡¿qué diablos estabas pensando?! — le grito el padre a la joven que respondía al nombre de Rose, la chica no le importaban los gritos de su padre esperaba que su padre se diera cuenta que su abuela era una buena persona, solo que eso llevaba su tiempo — — ¡papá! — hablo ella con tono odioso — si le dieras una oportunidad a la abuela, veras que no es nada de lo que dice el abuelo o las demás personas — comento Rose. — no quiero que la vuelvas a ver Rose, mi madre no es una buena persona y no quiero que te mal influencie —hablo Joseph con el rostro un tanto enojado, pero muy preocupado por su padre. Rose miro con enojo a su padre, en eso hablo su hermana Bella — ella no es buena, y tú lo debes de saber, la forma en la cual nos trataba cuan
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