2. Energúmeno

Odette

La mañana llega y con ella un nuevo día para aguantar a mi jefe loco, llevo tres semanas trabajando para el alfa Blake, y han sido las peores de mi corta vida.

Como una de las pocas humanas que trabajan en esta empresa, y como la única tan cerca del Alfa; los chismes en torno a mi persona, no han parado de surgir.

Uno más picante que el otro, que si soy la nueva conquista, que si lo embruje con alguna artimaña humana, que si soy un objeto exótico de su colección de mujeres, y bla, bla, bla.

Ojalá fuera algo de eso, yo creo que ese ser odia a los de mi raza, porque cada día que pasa es más exigente y volátil que nada. Un día quiere el café con crema y dice que siempre lo toma así, y al otro, su favorito es el expreso doble.

De echo tuve que cambiar mis horarios en la escuela, la paga aquí es más que buena, y necesito el dinero para el tratamiento de mi madre, papá es quien se encarga de los gastos en general, pero yo de los costosos medicamentos.

Sino fuera por ello ni loca acepto el trabajo, y además de eso tiene muy buenas prestaciones, de entre todos los defectos de mi jefe, hay uno que es el peor y no necesariamente es suyo.

Aunque cabe aclarar que el defecto si quiere ser de su propiedad; la señorita Parker, Florence Parker, es la amiga de la infancia de mi jefecito adorado, es una loba pesada que solo se dedica a hacerme la existencia más difícil.

No hay día en el que no venga de visita, y mi presencia es lo que más le molesta; siempre me ve con esos aires de grandeza dignos de cualquier loba operada.

¡Oh si! La lobita no es más que arreglo de quirofano en dos patas, se las da de muy guapa natural, pero todo en ella es plástico sobre plástico, y de echo, acaba de hacer su arribo del día de hoy.

—¡Iuk! Apesta a sanguijuela —se acerca a mi puesto tapándose la nariz y contoneando sus operadas caderas de un lado a otro.

Lleva un vestido rojo con escote hasta el ombligo, más corto que el de ayer y unos tacos de aguja, con los que apenas se puede sostener en pie.

—Buen día también para usted señorita Parker —le sonrío lo más falso que mis labios me dan.

—Con tu presencia no puedo decir que son buenos, avisa a Lion, que he llegado —chasquea los dedos.

—El señor Blake, se encuentra en junta con los inversionistas italianos, no puedo interrumpirlo —no miento.

Lo primero que me mandó a hacer en mi primer día, fue agendar la cita con ellos, me tardé todo el día para que aceptarán mi llamada y dos horas tratando de que aceptarán venir y escuchar al alfa.

—Mueve tu asqueroso trasero e informa a Lion, de mi presencia o en cuanto salga hago qué te echen de aquí —se acerca y susurra a la altura de mi rostro.

La que da ganas de vomitar es ella y su aliento a muerto, creo que nadie le aviso que hay un invento humano que se llama cepillo de dientes, asco, asco, asco.

—Pues lamento informarle que si entro e interrumpo al señor Blake, eso si me dejaría sin empleo, así que le aconsejo tomar una revista y esperar a que termine la reunión —mi voz sale más grave de lo que esperaba, hasta yo me di miedo.

—¡MALDITA MOCOSA! PERO YA VERÁS, HOY TE QUEDAS SIN TRABAJO, ESTÚPIDA HUMANA —un fuerte golpe en el rostro me deja casi noqueada.

Lion

Me encuentro en una reunión bastante importante con los italianos, fue un triunfo que Odette, consiguiera que aceptarán el negocio, esto abre las puertas a un mercado que desde que mi padre era alfa, no habíamos logrado conseguir.

Cuando la contraté, lo primero que salto en su historial, fue su raza; una humana con bastantes habilidades, además de ser hermosa, es bastante inteligente, algo que ninguna de las dos lobas que llegaron tenían.

La pequeña habla cuatro idiomas, entre ellos el italiano, que me parece fue lo que ayudó a que aceptarán venir a firmar el contrato. Es estudiante en contabilidad con excelentes notas, la primera en su clase y...

—Es humana.

—Lo sé Krom, no necesito que me lo recuerdes —mi lobo me recuerda eso cada cinco segundos.

—Sabes que eso es un pequeño problema Lion, si le dices la verdad saldrá huyendo, no se quedaría a nuestro lado.

Estoy por responderle cuando un berrido me interrumpe y se perfectamente de quien se trata. Realmente tengo un afecto especial por Florence, pero su hostigamiento diario ya me tienen cansado.

Desde que mi madre le dijo que mi nueva asistente era una humana muy bella, no ha dejado de venir a diario, ahora se pasea por la empresa y le deja claro a todo mundo que ella será su próxima luna.

Eso jamás va a pasar, menos cuando la Diosa Luna, ya ha mandado a mi pareja destina. Así que más que molesto por la interrupción, salgo a ver que sucede ahora.

Realmente estoy cansado de su actitud hacia Odette, no me importaría tanto si fuera una humana más, pero es mi mate y no puedo permitir que le sigan faltando al respeto.

Me disculpo con los italianos y salgo a calmar a la loca amiga mia, más al ver el estado de Odette, mi sangre hierve y Krom, quiere hacerse presente al ver a su luna herida.

Me acerco a ellas completamente furioso, antes de que pueda llegar a Odette, Florence, se interpone y la acusa de forma cruel.

—Lion, esta gata me ha gritado, me dijo que yo no tengo derecho a estar aquí, que para ti no represento nada y me ha golpeado —me muestra su rostro arañado.

 

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