ANDROMACA
AMDROMACA
Es horrible ver como personas alegres se vuelven miserables por culpa de la sociedad y más por un lunático hijo de puta que no puede aceptar el hecho de saber que no somos para él, no le pertenecemos y nunca nos tendrá.
Bellanca llora apoyando su cabeza en mis piernas mientras mis manos están llenas de sangre y mi hijo está en el coche que se mantiene a mi lado.
Los escoltas cinco de ellos están rodeándonos y varios en lugares de la sala de espera, vigilando que no tengamos otro ataque. No fueron por mí, fueron por mi amigo y eso solo demuestra los enfermos que esta ese hombre por tenernos. Pero sobre todo por quebrarnos para debilitar nuestra voluntad, antes de poder acorralarnos.
Nunca he estado tan enojada en mi vida como ahora. Ni cuando mis padres murieron, el abandono de Artemisa o el infierno que Stavros me hizo vivir al principio. Pero ya esto es una serie de eventos desafortunados que me tienen el corazón destrozado.
—Ten fe Bellanca que Anker es fuerte y